Dicha suma, recaudada por impuestos al sector hotelero, se reinvierte en la promoción turística del Estado.
Según reportes estatales, Yucatán capta anualmente alrededor de 137 millones de pesos por concepto de impuestos al hospedaje, recursos que se destinan a la promoción turística del Estado.
Este gravamen, que se aplica a hoteles, rentas vacacionales, hostales y otros alojamientos, se traslada a los clientes como parte del pago por los servicios recibidos.
Aunque el reporte no especifica la proporción de recursos provenientes de hoteles tradicionales y plataformas de hospedaje, se estima que en la entidad alrededor de 6,600 habitaciones se ofrecen a través de plataformas digitales, mientras que, aproximadamente, 16,400 habitaciones corresponden al hospedaje tradicional.
El Impuesto al Hospedaje es de suma importancia para Yucatán, ya que permite financiar acciones y tareas de promoción turística que contribuyen al desarrollo económico de la región. Tanto las empresas hoteleras como las plataformas de hospedaje están obligadas a aplicar este impuesto y entregarlo al Estado.
Este tipo de tributaciones son fundamentales para el crecimiento y la sostenibilidad del sector turístico, ya que permiten financiar la promoción de destinos, la conservación del patrimonio cultural y natural, así como el desarrollo de infraestructuras turísticas que benefician a la comunidad local y a los visitantes.
En México hay 14 entidades que cobran el Impuesto sobre Hospedaje y Quintana Roo, por mucho, es la que más ingresos obtiene por este concepto. En su caso Yucatán, registró hasta el año pasado 598 centros de hospedaje en cinco niveles de atención, con 16 mil 400 habitaciones, a su vez, unos 3 mil 467 anfitriones rentan unas 6 mil 600 habitaciones vía plataformas de hospedaje en el Estado.
